stlrtismo – Andrés Zúñiga

El desplazamiento a grandes distancias para satisfacer las necesidades de caza y pastoreo de sus rebaños durante 2 mil años, permitió a los integrantes de la tribu Kalenjin, de Kenia, desarrollar condiciones fisiológicas naturales de resistencia y velocidad para poder participar exitosamente en las competencias de atletismo.

Los kalenjin son un grupo étnico de origen nilótico asentado en la parte occidental de Kenia. Se calcula que la población de esta tribu asciende a unos 3 millones de personas distribuidas en diversas comunidades nómadas. Entre esto grupos se encuentran los Elgeyo, Endorois, Kipsiqis, Marakwet, Pokot, Sabaot, Tugen y Sebel, todos con una economía dedicada al pastoreo de cabras.

Las condiciones ambientales y geográficas en el que se extiende el territorio de los Kalenjin, permite el desarrollo de estas condiciones fisiológicas a sus pobladores, ya que habitan en la meseta del Rift que se ubica a más de 2 mil metros de altura sobre el nivel del mar y cuenta con un clima cálido y poco húmedo.

Habitualmente en las zonas rurales de Kenia los niños y jóvenes van a pie a la escuela, en ocasiones cubriendo hasta más de diez kilómetros diarios y ese hábito va generando una «base de trabajo aeróbico» desde la infancia.

Varios estudios se han realizado para determinar el porqué los atletas de esta tribu son los mejores en las pruebas de atletismo de fondo y medio fondo, analizando principalmente la cuestión de ejercitarse en lugares con gran altura respecto al nivel del mar.

En su versión electrónica, la revista española elmundo.es precisa que a medida que aumenta la altitud, la presión parcial de oxígeno existente en el aire va disminuyendo y se hace más difícil su captación por parte de la hemoglobina contenida en el cuerpo humano. Ante dicha situación el organismo activa algunos mecanismos de defensa mediante el aumento de la producción de hematíes en la sangre hasta llegar a una situación conocida como «poliglobulia», es decir una producción mayor de glóbulos rojos.

“cuando un atleta viaja a un lugar de elevada altitud para entrenarse, sus análisis de sangre muestran ya al cuarto día de aclimatación unas cifras de hematocrito (valor definido como el cociente entre el volumen de células rojas y el plasma) que se han disparado hacia arriba. De forma paralela, los niveles de hematíes con frecuencia superan la cifra de seis millones por milímetro cúbico de sangre. Este efecto, conseguido en este caso de forma natural gracias al entrenamiento diario, repercute en una mayor resistencia al esfuerzo cuando el atleta abandona las zonas elevadas” (1).

Esto conlleva a que cualquier persona que entrena bajo estas condiciones tendrá un mayor rendimiento cuando se ejercite en zonas con menor altura sobre el nivel del mar.

Sin embargo, no solo las condiciones climáticas, geográficas y el estilo de vida semi nómada de la tribu Kalenji ha permitido el desarrollo de su resistencia física, sino también la alimentación que ha sido a base de una harina de maíz rica en carbohidratos más que proteínas.

La fisionomía de los kalenji se constituyó en cuerpos más ligeros, pero resistentes a un gran despliegue físico durante el recorrido de grandes distancias.

Otros de los factores que refuerzan que los kalenji sean los mejores atletas de fondo es el deseo de superación, ya que en Kenia los habitantes tienen un ingreso promedio de 580 dólares anuales; por ello la posibilidad de participar en competencias de atletismo internacionales que les pueden generar grandes ganancias, representa un incentivo para los integrantes de la tribu Kalenjin en prepararse para la competencias.

Los triunfos más reconocidos de Kenia en Olimpiadas y campeonatos mundiales de atletismo se los debe a Kip Kenio, Henry Rono, Wilson Kipketer, Wilfred Bungei y Pamela Jelima.

Los hábitos generados por las condiciones climáticas ejercen gran influencia en la consolidación de la cultura de una sociedad. El estilo de vida semi nómada, donde a se recorren diario muchos kilómetros a pie, les ha permitido a los kalenjin trascender más allá de sus fronteras sin cambiar sus hábitos milenarios al ser, sin proponérselo inicialmente, la élite de los mejores atletas en el mundo de las carreras de resistencia.

El poco desarrollo de vías de comunicación y medios de transporte en Kenia ha permitido a esta tribu no sumarse a la modernidad totalmente, con ello han preservado su cultura en su largo trayecto de vida.